Intentan salvar la pierna de una adolescente


Había chocado en ésta moto en el amanecer del domingo frente al Instituto Reconquista. El conductor que la transportaba falleció en el acto y estaba con mucho exceso de alcohol en sangre. El conductor de la camioneta también estaba excedido del limite tolerable pero en escasa cantidad.

 

HORAS DECISIVAS

Tras cinco intervenciones quirúrgicas hasta la tarde del martes, la pierna derecha de la quinceañera que chocó en moto el domingo al amanecer frente al Instituto Reconquista sigue en grave riesgo. Luchan los médicos contrareloj en un hospital de Rosario. En Reconquista querían amputar el mismo día del choque para evitar riesgos mayores pero la familia quiso un último intento. Desde Rosario la mamá nos dijo que son horas decisivas.

Eliana Gómez sufrió múltiples fracturas en tibia, peroné y femur de la pierna derecha, pero lo que complica enormemente es una grave lesión vascular que puso en crisis la irrigación sanguínea. En eso trabajan los médicos para evitar lo peor. Además queda el riesgo de una infección por la basura que ingresó por las heridas.

Eliana tiene 15 años y es del Barrio Don Pedro de Avellaneda.

EXCESO DE ALCOHOL EN SANGRE

Emanuel Capeletti 1,27 grs/litro

Emanuel conducía una moto. Para conducir ese tipo de vehículos de dos ruedas, la tolerancia es de hasta 0,2 gramos por litro de alcohol en sangre. Tenía 20 años y falleció en el acto. Abajo mostramos cómo quedó su moto.

Augusto Gastaldo 0,69 grs/litro

Augusto, de 25 años, era el chofer de la camioneta Ford. La tolerancia para conducir ese tipo de vehículos es de hasta 0,5 gramos por litro de alcohol en sangre. Resultó ileso. Abajo se observa cómo quedó su camioneta tras impactar contra la moto.

¿Qué significa un límite máximo de 0,5 g?
¿Cuánto se tolera beber, según este límite?

La licenciada María Cristina Isoba (ONG Luchemos por la Vida ) dice que «primeramente debemos decir que no es un límite cuantitativo, igual para todos, sino que VARÍA EN CADA PERSONA, según diversas circunstancias personales, y en especial, según el peso y el sexo. Una misma cantidad de alcohol puede que no supere el límite legal en una persona y en otra sí. Observe el siguiente ejemplo: un hombre que pesa 70 kg bebe un vaso de vino (200 cm3), al igual que una mujer de 55 kg de peso.
En ambos casos el resultado, en el momento de máxima intoxicación alcohólica, dará diferente, dadas las diferencias de peso y sexo (que determinan diferentes cantidades de líquido corporal).

1 Vaso de vino: (200 cm3) 
Hombre-70 kg 0,4 
Mujer-55 kg 0,6 

Otro ejemplo:

2 Latas de cerveza: (700 cm3) 
Hombre-70 kg 0,55 
Mujer-55 kg 0,80 

Como se ve, en el primer ejemplo el hombre está casi en el límite tolerado, mientras que la mujer ha superado el mismo con igual cantidad de alcohol ingerido. En el segundo ejemplo, 2 latas de cerveza bastaron para excederlo, pero la intoxicación en la mujer, que a la vez pesa menos, es mucho mayor aún.
Estos son cálculos aproximados, ya que inciden también otros factores, tales como la edad, el cansancio, la ingestión de ciertos medicamentos, enfermedades, etc., que pueden potenciar los efectos tóxicos, por lo cual en realidad resulta muy difícil decir, con exactitud, si un vaso de bebida alcohólica, en un determinado ser humano y en un momento preciso, lo hará superar o no, el límite legalmente tolerado, dejando bien en claro que, el que no lo supere no garantiza que se esté en reales condiciones de conducir con seguridad, ya que aún por debajo del límite legal la capacidad psico-física se ve afectada. 
Por eso lo único seguro es no beber si se debe conducir, o no conducir si se ha bebido.

TOXICO DEPRESOR

El alcohol, aunque culturalmente aceptado y saboreado en diferentes preparaciones por casi todo el mundo, es un tóxico depresor del sistema nervioso central.Ya desde las primeras copas, y aunque uno no lo note, embota los sentidos, altera la percepción y disminuye la capacidad de atención.
– Se alargan los tiempos de reacción, por lo que las respuestas y maniobras se hacen más lentas y torpes.
– La visión se ve afectada, en especial, empeora la visión periférica (a los lados), se hace más lenta la adaptación a los cambios de luz (por ej. en caso de encandilamiento), y se perciben con dificultad los tonos rojos (tardan en reconocerse las luces rojas del semáforo, las luces de posición y las de freno).
– Genera una falsa sensación de seguridad, con errores de juicio e interpretación, que predispone a excesos de velocidad y a todo tipo de violaciones a las normas de seguridad en el tránsito.

Por eso lo único seguro es no beber si se debe conducir, o no conducir si se ha bebido», concluye la especialista.

ONG Luchemos por la Vida

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